1. ¿Cuándo trasplantar una planta?
Puede haber varias razones por las que tu planta necesite un trasplante. Cada planta tiene necesidades muy específicas, pero en general, todas muestran signos de lo que necesitan y el trasplante no es una excepción.
Por ejemplo, cuando veas que tu planta es demasiado grande para su maceta, significa que necesita ser trasladada a una maceta más grande y, antes de que empiece a mostrar otras señales, debes cambiarla de sitio. Lo mismo ocurre cuando las raíces empiezan a salirse por los agujeros de drenaje de la maceta de producción. Esto también indica que la planta necesita más espacio para crecer, por lo que debes trasladarla a una maceta donde pueda crecer con más espacio.
Otra señal que no debes ignorar es la calidad de la tierra. Cuando notes que la tierra donde tienes tu planta se está compactando y secando mucho, o cuando notes que el agua no penetra en la tierra y se escurre por los lados, es señal de que tu planta necesita ser trasplantada y que la tierra donde está ahora no tiene calidad y no le está dando lo que necesita. Debes prestar atención a tu planta y observarla detenidamente para que no se te escape ninguna señal.
2. Cómo preparar la planta y la maceta para el trasplante
A la hora de trasplantar también hay cosas importantes que debes saber. El tamaño de la maceta, la calidad de la tierra, el drenaje o la preparación de la planta antes del trasplante son pasos importantes que no debes dejar de lado. La nueva maceta debe ser entre 5 y 7 centímetros más grande que aquella en la que tenías tu planta, de esta forma te aseguras de que tiene espacio suficiente para que tu planta crezca sana.
Los agujeros de drenaje también juegan un papel importante, ya que son los encargados de drenar el exceso de agua que pueda tener tu planta. Si la maceta no tiene agujeros de drenaje, deberás utilizar otros materiales que garanticen que la tierra no se empape, como la arcilla expandida, por ejemplo. La tierra es uno de los elementos fundamentales para la salud de las plantas y existen tierras con nutrientes específicos para determinados tipos de plantas, así que cuando llegue el momento de trasplantar tu planta, asegúrate de elegir el sustrato más adecuado para ella.
Por último, también es muy importante preparar la planta para el proceso de trasplante. Este proceso siempre provoca cierto estrés en las plantas, por lo que una buena hidratación en los días previos al trasplante asegurará que tu planta soporte este proceso con menos complicaciones.
3. Cómo trasplantar la planta
El proceso de trasplante es en realidad la parte más sencilla y la que requiere menos cuidados, sin embargo, hay algunos consejos que debes seguir para que este momento no sea estresante para tu planta.
El primer paso es sacar la planta de la maceta. Aquí, debes tener cuidado de no dañar las raíces. A continuación, en la nueva maceta, debes cubrir el fondo con una pequeña cantidad del sustrato adecuado para tu planta.
El siguiente paso es colocar la planta en la nueva maceta y cubrirla con más sustrato para macetas, de modo que la maceta quede bien llena y la planta bien ajustada. A continuación, para asegurar la planta y que no se mueva, debes presionar la tierra firmemente alrededor de la planta. Así te asegurarás de que la planta esté bien sujeta.
Para terminar, riega tu planta después de todo el proceso y listo.
4. Cuidados tras el trasplante
Después del trasplante, todavía hay algunos cuidados que debes tener en cuenta para asegurarte de que tu planta atraviesa todo el proceso con calma y sin estrés, para que luego pueda crecer sana y vigorosa. El lugar donde coloques tu planta después del trasplante es muy importante. En los días siguientes, la planta no debe estar expuesta directamente a la luz del sol, por lo que debes elegir un lugar adecuado alejado de la luz solar directa.
El riego sigue siendo fundamental, sin embargo, debes tener cuidado de no empapar la tierra.
En cuanto a la fertilización, aunque es muy importante para la salud y la longevidad de las plantas, debes evitarla al menos quince días después del trasplante.
Por último, nunca está de más decir que la observación es uno de los pasos fundamentales para mantener sanas nuestras plantas. Todas las plantas dan señales cuando no se encuentran bien, por el motivo que sea, y nos corresponde a nosotros observarlas con regularidad y detenimiento para asegurarnos de que están bien y, en este caso, de que se están adaptando bien a su nuevo hogar.