El bonsái ficus retusa ofrece una experiencia estética única y una invitación a la contemplación. Las hojas verde oscuro, de textura coriácea y brillo intenso, desprenden un resplandor satinado e invitan a tocarlas. El tronco robusto y ramificado, esculpido por el tiempo y la técnica, revela la fuerza y la resistencia de la vida. Con un simbolismo auspicioso que atrae la buena energía a tu hogar, transmite la prosperidad y la armonía de la tradición oriental.
Ubicación
Los Ficus retusa deben colocarse en interiores, con mucha luz natural pero sin luz solar directa. También se pueden colocar en el exterior, en un lugar resguardado del sol y con temperaturas superiores a 10ºC.
Riego
Un riego adecuado es la clave para mantener un bonsái de ficus retusa en perfectas condiciones. A los bonsáis de ficus retusa les gusta que el sustrato esté húmedo, pero nunca empapado. Lo ideal es dejar que el sustrato se seque ligeramente antes de regar. Aumente la frecuencia de riego en verano y redúzcala en invierno.
Abonado
El Ficus retusa debe abonarse una vez al mes con abono de mantenimiento o de crecimiento, según su finalidad.
Poda
Los ficus deben podarse regularmente para mantener la forma deseada. Los bonsáis de Ficus retusa crecen moderadamente.
Época ideal para el cambio de maceta
Principios de primavera. Debe trasplantarse cada dos años hasta que tenga 10 años, y después observando las raíces y según el objetivo deseado.
Parásitos y enfermedades
Compruebe si hay trips y araña roja, pero en general los ficus retusa no son propensos a los ataques de insectos.
Maceta adecuada
El ficus retusa bonsái se adapta a cualquier tipo de maceta.