Ha llegado el verano y con él el calor intenso y el tiempo seco. Es fundamental tener cuidados específicos para que tus plantas se mantengan sanas y prósperas, ¡listas para afrontar esta exigente estación!
En este artículo, compartiremos contigo los cuidados fundamentales que debes tener con tus plantas de interior durante la estación más calurosa del año.
El agua es vida
El calor del verano hace que el agua se evapore más rápidamente, lo que significa que las plantas necesitarán más riego. Las hojas rizadas, las puntas amarillentas y una textura arrugada son señales de que a tu planta le falta agua.
Siempre que sea posible, riega por la mañana temprano o a última hora del día. Utiliza la regadera mondego o, si es necesario, recurre a sistemas de autorriego para ayudarte en esta tarea.
Recuerda que regar en exceso es casi siempre más peligroso que un poco de sequía. No riegues por regar y sólo porque hace calor fuera. Comprueba siempre la tierra de cada planta antes de regar.
Ver también: Cómo regar plantas de interior
Plantas y humedad: amor sin fin
El aire seco del verano afecta negativamente a la mayor parte de las plantas de interior, ya que éstas son en su mayoría de origen tropical. Para aumentar la humedad a su alrededor puedes utilizar algunos trucos. El más sencillo es agrupar las plantas en los días más calurosos, para que creen un microclima al estar cerca unas de otras.
También puedes colocar recipientes con agua cerca de las plantas o utilizar un humidificador para mantener un nivel adecuado de humedad en la habitación. Pulverizar agua sobre las hojas de la planta periódicamente también será beneficioso, no sólo por la hidratación extra que aporta, sino para eliminar el polvo acumulado.
Ajedrez de plantas: mueve tus piezas
Durante el verano, es muy importante encontrar el lugar idóneo para colocar tus plantas. Evita las zonas de la casa expuestas directamente a la luz solar intensa, como las ventanas orientadas al sur, ya que puede dañar las hojas. Colócalas en espacios con mucha luz indirecta o sombra parcial.
Recuerda que el aire acondicionado, que tanto te gusta, ¡es una pesadilla para tus plantas! Aleja tus plantas de la dirección de la corriente de aire o, preferiblemente, colócalas en una habitación donde no utilices aire acondicionado.
Si tienes balcón o jardín, saca de vez en cuando las plantas al exterior. Empieza colocándolas en un lugar sombreado y, poco a poco, ve trasladándolas a lugares más luminosos pero sin luz solar directa.
Abonar para ganar
Las plantas de interior están en pleno periodo de crecimiento durante el verano. Por tanto, es esencial aportarles los nutrientes adecuados para favorecer un desarrollo sano.
Demasiado a menudo pasado por alto, el abonado es fundamental para la salud de las plantas y debe hacerse de forma preventiva. No esperes a que las plantas tengan problemas para abonarlas.
La fertilización es sumamente importante para garantizar la salud de las plantas a largo plazo y prepararlas para los rigores del invierno, que en nuestro país puede significar largos periodos sin sol y mucho frío.
Ver también: Todo lo que necesitas saber sobre la fertilización de las plantas
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