Para muchos niños, ver un brote de judía en la clase de ciencias era lo más parecido a una experiencia vegetal. Explicar la importancia de las plantas a los más pequeños no sólo les hace más conscientes, sino también más desarrollados.
Además de la estimulación visual, estar en contacto con la naturaleza también refuerza el tacto y el oído. No es diferente con las plantas de interior. Resulta fácil sucumbir a la rutina y no tener tiempo para salir, pero con la naturaleza en casa no hay excusa.
Es cierto que tener ciertas plantas requiere compromiso. Hay que regar, cambiar la maceta o comprobar que están en buen estado. Sin embargo, es importante no olvidar que son seres vivos y pueden representar mucho de lo que queremos enseñar a los adultos del futuro: el respeto a la naturaleza, la aceptación de las diferencias y el equilibrio.
El poder de crear adultos sostenibles
Bioma te reta a mostrar a tus pequeños que, al igual que los seres humanos, las plantas son seres vivos con formas y características diferentes que contribuyen en gran medida a la vida en el planeta Tierra. Aprender sus diferentes nombres y los cuidados que necesitan es una actividad de alfabetización. ¿Qué tal hacer un mapa de las plantas de la casa y organizar una visita guiada para la familia?
Si el desarrollo cognitivo está directamente relacionado con las capacidades intelectuales, como recordar y analizar información o predecir resultados, las preguntas sencillas (como las rutinas de cuidado o la descripción de características) estimulan el pensamiento de los niños. Mostrar una planta entera -raíces, tallo, hojas, flores y semillas- o incluso dibujarla, es una fuente de entretenimiento, pero también de educación.
Implicar a los niños en la rutina del cuidado de las plantas puede ser el punto de partida de una increíble relación entre los futuros adultos y el medio ambiente. Desde regar las plantas, abonar y explicar la lógica de la fertilización o simplemente quitar el polvo de las hojas, son actividades enriquecedoras que se pueden hacer con los niños.
Además, son muchos los beneficios conocidos del contacto con las plantas, como la reducción del estrés y la mejora de la capacidad de concentración.
Plantas ideales para que los niños aprendan a cuidarlas
1. Conjunto de sansevierias
El conjunto de 3 sansevierias es perfecto para que los niños den sus primeros pasos en el mundo de las plantas. Se pueden tener en el dormitorio, se adaptan perfectamente a ambientes con poca luz natural y purifican el aire que respiran los más pequeños.
2. Conjunto de suculentas
Este conjunto de suculentas es ideal para el alféizar de una ventana, ya que les encanta la luz solar directa. Las suculentas, bien cuidadas, pueden florecer. ¿Qué te parece marcarte este objetivo con los niños?
Cuanto antes transmitas tu pasión por las plantas a los más pequeños, antes aprenderán a cuidarlas, al medio ambiente y a sí mismos.