En su hábitat tropical nativo del sudeste asiático, es una especie epífita que crece en las ramas de los árboles y en las grietas de las rocas. El follaje, de un verde vibrante, crece sobre tallos colgantes y desarrolla en sus extremos unas pequeñas, delicadas y peculiares flores rojas que recuerdan la forma de un pintalabios. De ahí su nombre 'pintalabios'.

El pintalabios es una planta de crecimiento lento, muy resistente y muy fácil de cuidar. También destaca por su capacidad para filtrar toxinas, siendo una de las plantas purificadoras del aire más populares.

Con unos cuidados básicos y asegurándote de que dispones de un lugar cálido y húmedo, esta hermosa planta florecerá buena parte del año, especialmente entre primavera y otoño. Su "amor" por los lugares cálidos y húmedos la convierte en una gran elección para añadir un toque tropical a su cocina o cuarto de baño.

Cuidado

La planta de pintalabios prefiere lugares con mucha luz indirecta e incluso puede tolerar algunas horas de sol débil. Si las hojas empiezan a caerse o los tallos a hacerse largos y estrechos, significa que necesita más luz. 

Le gusta un suelo húmedo pero bien drenado, lo ideal es dejar que la parte superior del sustrato se seque entre riegos. Le encantan los ambientes muy húmedos, lo que la convierte en una excelente elección para cocinas o cuartos de baño.