La Zamia furfuracea es una planta originaria de América Central conocida por varios nombres, entre ellos Chamaedorea furfuracea o Palmera de cartón. Es una planta rara pero muy popular entre los amantes de las plantas debido a su aspecto exótico, fácil cuidado y resistencia.

La zamia puede alcanzar una altura de 1,5 metros y un diámetro de aproximadamente 1 metro, lo que la convierte en una planta ornamental muy versátil para interiores e incluso exteriores, siempre que esté protegida de la luz solar directa.

Esta original planta ayuda a eliminar del aire toxinas como el formaldehído y el benceno, por lo que es una opción ideal para las personas que sufren alergias o problemas respiratorios.

Según la tradición popular de la cultura maya, la Zamia furfuracea se considera una planta sagrada. Los mayas creían que la planta poseía propiedades mágicas y curativas, y a menudo se utilizaba en rituales de curación y para protegerse de los malos espíritus.

Cuidado

La zamia es muy resistente a la sequía, pero prefiere un suelo húmedo y bien drenado. Es importante evitar la acumulación de agua, que podría provocar la putrefacción de las raíces. Tolera sin grandes dificultades los ambientes interiores y exteriores, siempre que se mantenga protegida de la luz solar directa.