Tradicionalmente utilizada en la producción de vino, esta trepadora ha ido ganando espacio e importancia como planta decorativa. Originaria entre el Mediterráneo y el sur de Alemania, la vitis vinifera empieza a expandirse desde los campos de producción a los balcones y jardines de los amantes de las plantas de todo el mundo.

Es una planta ultrarresistente y longeva -puede alcanzar fácilmente los 100 años- muy apreciada por su fresca sombra, por el toque rural y pintoresco que aporta a los ambientes exteriores y, por supuesto, ¡por las uvas! Los frutos de estas vides son comestibles y pueden utilizarse para producir zumo o vino.

La Vitis vinifera necesita un espacio relativamente grande debido a su rápido crecimiento, aunque puede controlarse fácilmente con la poda. Cuidar una planta tan especial es una experiencia única, enriquecedora y gratificante... Cuanto mejor sea el tratamiento, ¡más y mejores uvas!

Cuidado

La vid es una planta muy fácil de cuidar, que se adapta con facilidad a diversos tipos de suelo y ambientes. Lo ideal es plantarla en un lugar cálido y muy expuesto al sol.

En cuanto al riego, en el primer año y durante la fase de crecimiento y floración, debe regarse con bastante frecuencia, teniendo cuidado de no dejar agua acumulada en la maceta. En invierno, el riego debe interrumpirse casi por completo. La lluvia y la humedad del aire deben ser suficientes durante la fase de reposo de la planta.

La poda es muy importante para el correcto desarrollo de la planta y para controlar su tamaño. Debe realizarse entre noviembre y diciembre.