Originaria de Sudamérica, la buganvilla adora el sol y se desarrolla mejor en su fuerte presencia. Aunque es una planta perenne, a veces puede comportarse como una especie caducifolia si se cultiva en climas más fríos que el mediterráneo. Aun así, en climas templados florece todo el año.

Es una planta imprescindible en los balcones o en los jardines de los verdaderos amantes de las plantas, por la exuberancia de su floración que aporta color y alegría a los espacios exteriores.

Cuidado

En cuanto al riego, a la buganvilla no le gusta demasiada agua, ya que puede perder las hojas. Por lo tanto, el riego debe ser muy ligero en invierno (solo cuando la tierra se seque) y más abundante en verano. El abonado debe realizarse desde finales de primavera hasta finales de verano y también durante el periodo de descanso en invierno. Debe abonarse con un producto rico en minerales.
En cuanto a la poda, debe realizarse en invierno, ¡lo que permitirá a esta florecer bien en verano!