Las plantas de interior son la mejor forma de llevar la naturaleza al hogar, sobre todo en invierno. Sin embargo, las bajas temperaturas, la luz reducida y la humedad insuficiente -especialmente en hogares con sistemas de calefacción- pueden causar problemas a tus amigas verdes.
Aquí algunos de los principales problemas a los que pueden enfrentarse las plantas de interior en invierno, y cómo solucionarlos:
1. Falta de luz
Las plantas necesitan luz para crecer y sobrevivir. Durante el invierno, con días más cortos, las plantas pueden no recibir suficiente luz, lo que puede provocar el amarilleamiento o la pérdida de color de las hojas. La solución es colocar las plantas cerca de ventanas que reciban luz solar directa o utilizar lámparas de cultivo para proporcionarles luz artificial.
2. Temperatura baja
Las plantas pueden sufrir las corrientes de aire frío que entran por puertas y ventanas. Las bajas temperaturas también pueden dañar las raíces de las plantas. Para evitarlo, mantenga las plantas alejadas de corrientes de aire y no las coloque cerca de puertas o ventanas abiertas. Si tiene plantas en el exterior, también debe comprobar si resisten las bajas temperaturas y, si no es así, trasládelas a un lugar más adecuado.
3. Humedad insuficiente
El aire seco del invierno, derivado de los sistemas de calefacción central, puede causar problemas como hojas secas y manchas marrones en las hojas. Para aumentar la humedad, coloca recipientes con agua cerca de las plantas o utiliza un humidificador. También es aconsejable poner varias plantas juntas para que regulen más fácilmente el nivel de humedad. La situación contraria, es decir, el exceso de humedad en el aire, es perjudicial para la salud y el bienestar, pero no afecta negativamente a las plantas.
4. Falta de agua
Las plantas necesitan agua para sobrevivir. Curiosamente, es fácil olvidarse de regar las plantas en invierno, sobre todo si están en un lugar poco visible. Las hojas se marchitan y la planta pierde elasticidad. Para evitarlo, establece un calendario de riego y comprueba regularmente si las plantas necesitan agua.
5. Plagas y enfermedades
Las plantas de interior pueden verse afectadas por diversas plagas y enfermedades, sobre todo si están en un ambiente cerrado y húmedo. Busque manchas, agujeros o pequeñas larvas, sobre todo en el envés de las hojas. Mantenga las plantas limpias y sanas, retirando las hojas muertas o dañadas y rociándolas con un insecticida o fungicida si es necesario.
6. Cambios bruscos de temperatura
Las plantas pueden sufrir si se las traslada de un ambiente cálido a otro frío y viceversa. La aparición de hojas amarillas o caídas son síntomas del choque térmico sufrido por la planta. Para evitarlo, dé tiempo a las plantas para que se adapten a los cambios de temperatura antes de sacarlas definitivamente al interior o al exterior.
Detectar estos problemas es esencial para mantener sus plantas sanas y hermosas. Es importante inspeccionar periódicamente las plantas, revisar las hojas, las raíces y la tierra y prestar atención a los cambios de aspecto y comportamiento de las plantas. Si observa alguna anomalía, es importante actuar con rapidez para resolver el problema antes de que empeore.
Le aconsejamos que lleve un registro de sus plantas, anotando su crecimiento, frecuencia de riego, cantidad de luz y temperaturas. Esto le ayudará a identificar patrones y problemas futuros con mayor rapidez. Con un poco de cuidado y atención, puede crear un entorno verde y saludable en el interior de su hogar durante todo el año.
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