Debido a su ritmo de crecimiento en esta época, hay un alto consumo de nutrientes y minerales que hay que compensar, entre otros cuidados necesarios, con los abonos indicados, preferiblemente biológicos, para que las plantas se mantengan sanas durante toda la temporada, incluso cuando nos vayamos de vacaciones.
1. Mantener las plantas hidratadas
A diferencia de las otras estaciones, en verano las plantas necesitan ser regadas con mayor regularidad. Las hojas rizadas, las puntas amarillentas y la textura arrugada son signos de que a su planta le falta agua. El momento ideal para regar las plantas, ya sean de interior o de exterior, es a primera hora de la mañana o a última de la tarde, ya que es cuando el sol es menos intenso.
En días muy calurosos, las plantas como los helechos pueden necesitar un riego diario o un riego cada dos días, dependiendo de la temperatura y la luz de la habitación. No obstante, compruebe siempre el estado del suelo antes de regar. Aunque haga mucho calor, las plantas pueden sufrir un exceso de agua. Si te vas a ir de vacaciones este verano y no sabes cómo ocuparte del riego de tus plantas, el idris es la solución ideal, ya que nos permite mantener las plantas con la cantidad adecuada de humedad en el suelo durante 10 o 15 días.
2. Cuidado con la luz solar directa
El verano es la época más calurosa y luminosa del año, lo que es ideal para las plantas de interior. Sin embargo, la luz solar directa y las altas temperaturas también pueden ser un problema. El sol directo durante periodos prolongados puede provocar manchas amarillentas o marrones en las hojas de las plantas de interior, por lo que si tienes tus plantas cerca de una ventana, sobre todo si está orientada al sur, quizá debas apartarlas o poner una cortina entre ellas.
A las plantas de interior les gusta la luz y la buscarán siempre que tengan la oportunidad. Si las hojas de su planta están todas orientadas en la misma dirección y la propia planta se inclina hacia la luz del sol, es el momento de rotar su maceta. Hazlo con cierta regularidad para que todas las hojas reciban la luz que necesitan.
Las plantas situadas en la ventana con luz solar directa durante mucho tiempo pueden adquirir manchas amarillentas o marrones.
3. Es el momento de abonarlas
Si no has empezado a abonar tus plantas de interior en primavera, no te preocupes, ¡todavía estás a tiempo! El verano también es un buen momento para hacerlo.
Abonar las plantas de interior es muy importante para mantenerlas sanas a largo plazo. Además de potenciar su crecimiento, les daremos los nutrientes que necesitan para soportar los duros inviernos que se sienten en nuestro país, así como otras situaciones de estrés provocadas por esta estación.
El abono biológico universal es siempre la opción más inteligente porque se puede aplicar a todas las plantas de interior o exterior, siempre con responsabilidad medioambiental. Si una planta de interior pasa por periodos de sequía, por ejemplo cuando se va de vacaciones, y se debilita, lo ideal es utilizar un abono orgánico para plantas debilitadas.
4. Manténgalas alejadas del aire acondicionado
¿Tienes aire acondicionado en casa y te encanta encenderlo a todas horas, incluso cuando sales de casa? Si es así, evítalo, ¡tus plantas de interior te lo agradecerán! El aire refrescante que nos proporciona el aire acondicionado puede ser estupendo para nosotros, pero perjudicial para nuestras plantas de interior, sobre todo si están cerca o en la dirección de la corriente de aire. Evite tener sus plantas de interior cerca del aire acondicionado o, si es posible, en otra habitación.
Los cactus y las suculentas prefieren ambientes cálidos y secos, y el aire acondicionado les proporciona exactamente lo contrario. Como para la mayoría de las otras plantas, ya sean calatheas, ficus o sansevierias, al ser de países tropicales, la combinación perfecta es cuando el ambiente es cálido y húmedo. Para aumentar los niveles de humedad puedes hacerlo con la ayuda de un humidificador o agrupándolos en un mismo lugar. Puede resultar extraño agrupar las plantas de interior cuando se está en casa, pero tiene todo el sentido del mundo, sobre todo cuando se está fuera durante largos periodos.
5. Colóquelos en el exterior de vez en cuando
Durante el verano, las plantas de interior pueden beneficiarse de pasar algún tiempo al aire libre. Así que, si tienes algo de tiempo libre en casa, empieza por sacar de vez en cuando tus plantas de interior. ¿Por qué de vez en cuando? Porque no quieres que tus plantas sufran por los cambios bruscos de temperatura, las corrientes de aire o la luz solar directa. Colócalos en un lugar sombreado y, con el paso de los días, muévelos a lugares más luminosos, evitando siempre el contacto directo con el sol. Recuerda que los lugares sobrios en el exterior son lo mismo que los lugares luminosos en el interior.